La turmalina se forma en cristales largos, con lados que poseen estrías paralelas Cuando se calienta o bajo presión, se acumulan cargas opuestas en los dos extremos (positiva y negativa). Estas cargas pueden atraer objetos ligeros y han dado nombre al elemento, ya que turamalina significa "piedra que atrae las cenizas".
Es una de las mejores piedras para protegernos contra toda forma de negatividad. Rechaza la energía que crea el desequilibrio, estableciendo a nuestro alrededor un campo seguro.
Aporta equilibrio, por lo que es ideal no sólo para protegernos de la negatividad ajena, sino también de nuestros propios miedos. Nos ayuda a recuperar el estado normal ante cualquier desequilibrio espiritual.
Es muy útil llevarla cuando vamos a sitios nuevos, dado que sintoniza la armonía entre la persona y la energía de la Tierra.
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