El culto a la Santa Muerte

El culto a la Santa Muerte tiene su origen en México. Se le pueden realizar peticiones de amor, suerte, dinero y protección. La mayoría de las iglesias cristianas condenan su veneración.

Las raíces de esta creencia pueden tener origen azteca y maya. Los aztecas adoraban a los dioses de la muerte y la oscuridad. Mictlantecuhtli y Mictecacihuat eran los dioses del inframundo al que se les entregaban ofrendas para ayudar a los muertos a llegar a su destino. Con el tiempo, estas ofrendas siguen presentes en los altares a la Santísima Muerte.

En la leyenda popular se dice que en Veracruz, un hombre vio la figura de la Santa Muerte dibujada en las tablas de su choza. Fue a pedirle al cura local que verificara la imagen y la canonizara, pero este se negó rotundamente tachándola como rito de satanismo. De ahí que este culto se difundiese de persona a persona, sin organización estructurada, por el temor a ser visto como satánico.

La Santa Muerte es venerada por personas que ponen en riesgo su vida cotidianamente; pero también lo es por los actuales habitantes urbano que invocan a esta figura para la protección y la recuperación de la salud, artículos robados.

Es un culto que ve a la muerte como algo natural que se debe aceptar. Como un ser sufriente que se encarga de un trabajo penoso. Se le dio un gran poder, pero también una carga aún más grande. Recibe este poder de Dios, a quien obedece, ya que la muerte es un elemento indispensable de la vida.

Su ideal: "La muerte es justa y pareja para todos, pues todos vamos a morir". Para pedir algo a la Santísima se puede realizar alguna ofrenda a cambio:  velas, actos simbólicos (como cantarle), "echarse un tequila juntos", sacarla a pasear o vestirla de fiesta, reconciliarse con algún familiar, cambiar algún habito o cualquier cosa que le dicte el corazón al orante. La Santísima espera que se le cumpla lo que se le dice, por lo que es recomendable cumplir la ofrenda realizada.

El trato que se da a las imágenes de la Santa Muerte y el culto en general,  es un trato sincero y cotidiano. Dónde su imagen es tratada como a un miembro más de la familia. Con respeto, pero sin temor. La Santa Muerte tiene una tarea ardua y penosa a realizar, por lo que ha de ofrecérsele alegría y cariño.

Una plegaria breve, que se suele recitar ante algún evento peligroso:

"Santísima Muerte de mi adoración, no me desampares de tu protección"

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOla..

Como me quito un hechizo de la santa muerte contra mi... Urgente....

eon_primero@yahoo.com.mx

Gracias...

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