La forma en que decoramos nuestro hogar es clave a la hora del tipo de energía que obtendremos de ella. Los colores utilizados deben estar de acuerdo con cada habitación para conseguir el efecto que deseamos.
Una habitación que se utilice para la relajación (por ejemplo un dormitorio), será aconsejable disponga de tonalidades azul o violeta.
El amarillo y el azul serán aconsejables para una habitación que se dedique al estudio. El amarillo estimula el intelecto, y el azul, como se ha mencionado, produce una sensación de relajación y serenidad.
El naranja, color de la alegría y la felicidad, será conveniente para habitaciones con mucha actividad.
En el comedor podemos introducir pequeñas cantidades de rojo, que estimula la digestión.
Podemos incluir el color en nuestra casa, no solo en la pintura de las paredes, sino en todo tipo de complementos: lámparas, cojines, cuadros, figuras, ... Si necesitamos trabajar distintos colores, podemos añadir pequeños objetos sencillos y baratos, para tener en la mano.
Si quieres más información sobre los colores, visíta nuestro artículo La Terapia del color.
En la fotografía: Bombilla de cromoterapia con mando a distancia para el control del color de la luz. Adaptable a cualquier tipo de lámpara. Puedes encontrarla en nuestra tienda.
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