Durante la Edad Media, la amatista era generalmente asociada a una mentalidad recta y sensata.Se creía que calmaba las presiones, aumentaba la inteligencia y proporcionaba protección frente a los enemigos.
Es fundamentalmente una piedra espiritual con ningún efecto colateral. Es una piedra de la paz. Ayuda a aportar calma y serenidad en estados de ansiedad. Cuando las tensiones de la vida cotidiana desbordan en su interior, sostenga una amatista en su mano izquierda (o en la derecha si es zurdo). Deje que sus vibraciones calmantes, distensionantes, relajantes y pacificas lo invandan. O mejor aún, use una amatista de colgante y podra evitar así estos estados emocionales tan pertubadores.
También es una piedra de sabiduría, permite que la información recibida a través de la mente psíquica sea utilizada adecuadamente.
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